Bucarest, una ciudad culta y bohemia

Palacio del Parlamento en Bucarest

La ciudad de Bucarest no es sólo la capital de Rumania, sino uno de los polos culturales, económicos, turísticos e industriales más importantes de Centroeuropa.

Sus calles son mágicas, su arquitectura toma elementos de las escuelas más destacadas de todo el mundo y su fisonomía es tan hermosa que en la década de 1930 era llamada La pequeña París.

La vida artística de Bucarest está encendida los doce meses del año. Por ejemplo, el Museo de la Aldea, ubicado al aire libre en el parque Herastrau, cerca del Arco de Triunfo. Allí se exhiben ejemplos de la arquitectura nacional, desde los que están relacionados con la producción popular hasta las célebres “iglesitas” de madera del Maramures.

Otra de las visitas obligatorias es el Museo Nacional de Arte, que se halla en el edificio del antiguo Palacio Real, y el Museo Nacional de Historia, en la Calea Victoriei, que reúne la magnífica platería del tesoro nacional.

Arco del Triunfo de Bucarest

Arco del Triunfo de Bucarest

Bucarest tiene una población de algo más de dos millones de habitantes. Uno de los puntos más destacados de su organización urbana es sus muy buenos medios de transporte. Las unidades públicas conforman el sistema más grande de todo Rumania y el tercero más grande en Europa. Hay ramales de metro, tranvía, autobuses, trolebuses y trenes ligeros. Tiene además dos aeropuertos: el Internacional de Bucarest-Henri Coandă (anteriormente Otopeni) y el Aurel Vlaicu Internacional (anteriormente llamado Băneasa).

En relación con los trenes, la principal estación es la Gara de Nord, que conecta con las principales ciudades del país y con puntos clave de todo el continente, por ejemplo Belgrado, Budapest, Sofía, Viena, Praga, Moscú, Estambul y Chisinau, entre muchas otras. Hay otras cinco estaciones de ferrocarril: las más importantes son Basarab (en las proximidades de la Estación del Norte), Obor, Băneasa, Progresu, que están en proceso de ser integradas en un ferrocarril integrado, al servicio de Bucarest y el condado vecino de Ilfov. Desde Bucarest salen 7 líneas principales. Además, es el origen de la mayor parte de las carreteras nacionales y autopistas del país, que conectan la ciudad a las principales ciudades de Rumania, y a países vecinos como Hungría, Bulgaria y Ucrania. Es decir, llegar hasta la ciudad es realmente accesible.

En relación con los monumentos históricos, los turistas no pueden dejar de visitar la impactante Iglesia Patriarcal, construida en 1657, que actualmente es un punto de contraste con la línea moderna que caracteriza al Centro Cívico. La iglesia Stavropoleos cerca de la Curtea Veche es otra joya de la arquitectura ortodoxa rumana. Es común encontrarse en estas visitas con un bautismo o una boda, que son ceremonias verdaderamente inolvidables. Pero, si algún edificio os sorprenderá en la capital rumana, ese será, sin duda, el Palacio del Parlamento (en la foto de cabecera), una locura megalómana de su antiguo presidente, Nicolás Ceaucescu, quien ordenó la construcción de un monumental palacio presidencial de 350.000 metros cuadrados.

De utilidad para el viaje: Hoteles en Bucarest

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